6 de mayo de 2014

Las lejanas tierras de Islandia

“Veg þú aldrei meir í hinn sama knérunn en um sinn og rjúf aldrei sætt þá er góðir menn gera meðal þín og annarra.”
(Nunca mates a más de un hombre en el mismo poblado, y nunca rompas la paz que hombres de bien y verdad hagan entre ti y los demás.)


Esta frase, como muchas otras, viene de las Sagas de los islandeses; extractos literarios escritos por los vikingos que poblaron esa isla en el Siglo X contando sus historias de heroísmo y proeza. Esta viene de la Saga de Brennu-Njáls.


     Islandia es un país que suena lejano y perdido en medio del Océano Pacífico. Lugar donde no hay mucho más que frío y vikingos. Todo eso es cierto, pero Islandia es también muchas cosas más. He tenido el gusto de vivirlo y ahora quiero compartirlo; una sociedad diferente viviendo en una tierra única con costumbres y tradiciones muy singulares.

Un poco de historia...

Empecemos por lo primero: los vikingos. Efectivamente fueron ellos quienes poblaron la isla por primera vez. Los primeros en llegar, de hecho, fueron monjes irlandeses; ellos no poblaron la tierra y huyeron cuando llegaron los paganos vikingos. Hubo unas cuantas expediciones de vikingos durante este tiempo, la mayoría huyeron al ver el duro clima (no sin antes nombrarla Snæland, tierra de nieve; y Ísland, tierra de hielo). El primero en asentarse y poblarla, a finales del Siglo IX, fue Ingólfur Arnarson, quien venía de Noruega y decidió huir a buscar tierras nuevas y prometedoras…
     Tan solo 50 años después, en el 930, toda la tierra había sido poblada. Se estima que había una población de entre 20 y 40 mil personas. Fue entonces que se organizó el primer Alþingi, una asamblea que reunía a todos los líderes de la isla para tomar decisiones, resolver las riñas, establecer leyes, entre otras.  Este fue el primer parlamento que existió en el mundo, que reunía y gobernaba a nivel nacional. Tomaban parte un Goðar (jefe) y un logsogumaðr (el que dice las leyes) que no escribía las leyes sino que las memorizaba. Este sistema funcionó muy durante muchos años, y provocó una era de crecimiento extraordinaria en la isla.

Los usos y costumbres

Costumbres hay muchas y muy peculiares dentro de la isla. Por ejemplo, la gente tiene nombres patronímicos: Davíð Stefánsson es literalmente Davíð el hijo de Stefán. Usualmente usan solo su nombre de pila, aun de manera oficial. El trato es personal e informal, y se trata formalmente solo al presidente y al obispo. Es por esto que las familias no pueden identificarse fácilmente y esto deriva en relaciones de tipo incestuosas. Por otro lado, la isla suele ser muy “aislada”, valga la redundancia. Siendo una isla tan remota, muchos de los pobladores originales fueron los únicos que llegaron y de ellos proviene la mayoría de la población. Muchos islandeses pueden, actualmente, remontar su línea genealógica hasta la Edad Media.
Muchas empresas suelen hacer pruebas de marketing en Islandia. Tienen tan poca población y tan bien limitada, que hacer un experimento con variables controladas es muy fácil. Muchos productos salen en su versión beta en Islandia. 
     Por otro lado, en Islandia no se acostumbra dar propinas. Tanto que hacerlo se puede llegar a interpretar como un gesto de mal gusto. Y los islandeses suelen ir al club deportivo como actividad de recreación. Específicamente a jacuzzis donde van aumentando la temperatura desde 30 hasta 42 °C (considerando que el ambiente suele estar a varios grados bajo cero).
     Su idioma es algo muy importante. Buscan ante todo preservar sus raíces. Tanto que cada vez que surge la necesidad de tener una nueva palabra, se lleva a cabo una reunión del Instituto de Lenguaje Islandés. Ellos buscan palabras viejas que ya no se usan y las renuevan con diferentes significados. Por ejemplo, sím significa teléfono; tölv es computadora; bíl es auto. Estas tres palabras solían ser usadas también por los vikingos con significados totalmente diferente.
     Tienen un modo diferente de ver a las personas famosas. Es común que algún actor o músico que viaja a Islandia camine por la calle de Reykjavik sin molestia alguna de sus admiradores. Y esto no se debe a que no lo reconozcan, sino que simplemente no les es importante ir y saludarlo, ni tomarse fotos con ellos. El presidente vive en una sencilla casa a las afueras de la ciudad desde donde rige el país. Esta puede visitarse sin problema.
     También tienen mucho cuidado con sus animales. Los tres principales son el poni islandés; la oveja islandesa; la res islandesa y los perros islandeses. Estos han sido criados desde los tiempos de los primeros pobladores, y al no tener variación por tanto tiempo, desarrollaron su propia subespecie. Es por esto que la entrada de otros animales está muy restringida, para no contaminar su raza, además de que serían muy propensos a enfermedades que en otros lugares pueden parecer comunes. Comercializan la carne de tiburón y ballena de forma legal ya que es una costumbre vikinga y tienen sobrepoblación de los mismos en ciertos momentos del año.

¡Hermoso país, a donde sea que voltees!

Otro aspecto increíble de este lugar son sus maravillosos y tan variados paisajes. Al ser un país relativamente pequeño, en poco tiempo se puede recorrer gran parte éste. En un día se pueden llegar a ver volcanes enormes e históricos; glaciares muy imponentes; gigantescas cascadas y ríos; lagos y lagunas; geiseres, aguas termales naturales y cañones. Es un pasatiempo muy común entre la gente ir a visitar estos lugares: perderse en los bosques; recoger las moras salvajes que crecen por todo el país; entre muchos otros. 
     Geysir es el nombre del Gran Geiser en el valle Haukaladur, el primero en conocerse y uno de los más impresionantes del mundo. Los increíbles paisajes de hielo y fuego son interminables en esta pequeña y misteriosa isla. ¡Cualquier noche despejada es ideal para ver auroras boreales!

Energía renovable: moviendo a todo un país     

Otro tema impresionante es el de la actividad geotérmica, que justamente involucra la red volcánica. La cantidad de energía renovable en forma geotérmica que se recaba en Islandia es enorme, y se debe a su localización geográfica. Tienen ya cinco plantas de generación eléctrica geotérmicas en el país, y van por más. Se utiliza para muchos propósitos, el principal siendo la generación de electricidad (pero definitivamente no el único). El agua que usan diariamente se calienta directamente con calor de fuentes subterráneas que tienen agua caliente a causa de la geotermia. La fría viene directamente de los deshielos y es 100% pura y tomable.
     El sistema de calentamiento se usa de muchas otras formas: calientan las calles en invierno con tuberías subterráneas para derretir el hielo; calientan sus hogares con radiadores que tienen agua calentada por la tierra; los jacuzzis que mencioné son también de agua calentada naturalmente. Muchos han creado usos innovadores para esto, como poner tuberías dentro de la tierra de para que siempre haya flores en el jardín. El límite es la imaginación.


En fin, es un país único con rasgos utópicos. Su gente no se mete con nadie, ni quiere que nadie se meta con ellos. Y por increíble que parezca, son solamente 330,000 habitantes de los cuales 200,000 viven en
Reykjavík, la capital.