12 de mayo de 2015

Shale gas y ¿Por qué debe interesarte?

Definición
El gas de lutitas, mejor conocido por su nombre anglosajón ‘Shale gas’, es un tipo de hidrocarburo no convencional principalmente compuesto por metano. A diferencia del gas natural convencional, el shale gas es extraído directamente de la roca reservorio dónde se encuentra almacenado en forma de partículas dispersas dentro de los poros de la roca misma. En ocasiones, también se encuentra adsorbido en minerales o algún tipo de  materia orgánica que se encuentre contenida en la roca.

Al estar almacenado de manera distinta, el shale gas requiere de métodos especiales de procesamiento. La perforación, cementación y completación de los  pozos de producción es distinta a la de un yacimiento de hidrocarburo convencional.  Desde hace unos años la perforación direccionada (especialmente la horizontal) ha ganado impulso pues arroja producciones con mayor eficiencia. La ventaja de este tipo de perforaciones es que incrementan el área de contacto entre la roca reservorio y el cuerpo del pozo. Aunado a lo anterior, éste tipo de práctica permite la perforación de varios pozos desde el mismo ‘patio petrolero’ lo que disminuye de manera importante el impacto ambiental.

Debido a la baja permeabilidad de las formaciones de rocas de lutitas, en ocasiones es necesario estimular al reservorio para generar permeabilidad adicional. Para lograr ésto, se requiere utilizar el método de Fracturación Hidráulica, ‘fracking’, dónde un líquido es inyectado a presiones elevadas con la finalidad de abrir fracturas en las formaciones profundas,a través de las cuales fluirá el hidrocarburo hacia el cuerpo del pozo. Generalmente el líquido de fracturación está compuesto principalmente por agua, aunque otros aditivos químicos son utilizados para reducir la fricción, evadir la corrosión y para controlar el crecimiento de bacterias en el agua inyectada.
Al inyectar el agua se cumplen dos objetivos:

  • Se crean las fracturas por medio de la presión que aporta el líquido, y
  • Se transporta el agente de apuntalamiento (arena), para que se deposita entre las fracturas y así evitar que se cierren por efecto de la presión.



Un poco de contexto actual...
El gas de lutitas es una fuente importante en la matriz energética global. Los recursos recuperables de nuestro planeta están estimados en más de 7,299 trillones de pies cúbicos, distribuidos en 95 cuencas y 41 países. China lidera al mundo en recursos técnicamente recuperables (1,115 tcf), seguidos por Argentina (802 tcf), Argelia (707 tcf), E.E.U.U (665 tcf), Canadá (573 tcf) y México (545 tcf).
En materia de producción E.E.U.U es el líder dominante seguido por Canadá, China y Argentina. En realidad estos cuatro países son los únicos que cuentan con producción comercial de éste tipo de gas.
La producción no convencional de gas natural se ha convertido en un asunto político alrededor del mundo pues distintos grupos ecologistas argumentan que el proceso involucra muchos riesgos al ambiente. La alta demanda de agua dulce para generar las fracturas, la producción brutal de agua residual durante la vida útil de los pozos, la probable sismicidad inducida por la alteración del subsuelo, emisiones de gases de efecto invernadero y contaminación de cuerpos de agua son algunas de los riesgos directamente relacionados con la exploración y explotación de hidrocarburos no convencionales, y específicamente con la producción de shale gas.

Al involucrar técnicas mucho más complejas, el shale gas tiene un precio de equilibrio mucho mayor al de otros recursos convencionales, razón por la que requiere precios altos para poder ser redituable para las empresas operadoras.

Derivado de lo anterior, la producción global de shale gas está íntimamente relacionada con el precio del petróleo: cuando el precio del barril es alto (mayor de $65 USD)la producción de shale se acelera; de igual manera, cuando el precio cae la producción queda casi detenida.


Shale Gas en México
Como ya se mencionó arriba nuestro país ocupa la sexta posición en cuanto a reservas de shale gas. Sorprendentemente, y por diversos motivos, en nuestro país no ha existido producción de este tipo de hidrocarburo.

Derivado de la reciente reforma energética, se tiene previsto que en los próximos años comience la exploración y explotación de shale gas en territorio nacional. Las regiones potencialmente más atractivas se ubican en los estados de Coahuila, Chihuahua, Nuevo León, Tamaulipas y Veracruz.